"El mundo no está amenazado por malas personas, sino por personas que permiten la maldad" Albert Einstein
“Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena” Mahatma Ghandi
Siempre he escuchado que somos los hijos privilegiados de la generación de las guerras y los totalitarismos (sociedad del bienestar y de las libertades- bla bla) Pero yo siempre he sospechado que esto es una gran mentira que se nos subministra en dosis diarias, junto con la anestesia local cerebral, para olvidar y así evitar el dolor que produce en verdad vivir en una sociedad como la nuestra. La domesticación es una herida (Freud: La civilización y sus descontentos) y curarla también duele, hace falta la suficiente voluntad para superar el proceso del paso de la civilización al primitivismo.
La utopía de la izquierda se ha quedado con una libre circulación de la información en la esfera pública, que presuntamente permite ejercer el poder a todos y cada uno de los ciudadanos. Y sí, estamos atiborrados de comida y de información-rápida-basura. Antes Lenin esperaba que “una cocinera pueda dirigir el Estado”, ahora se espera que cualquier ciudadano de la cosmopolis telecomunicada pueda ser el centro del mundo desde su ordenador personal. O desde la tele, en programas donde la intimidad se vuelve ridícula, banal, insoportable.
Sociedad del malestar diremos, ya que el progreso, el porvenir, es una ilusión. Sino ¿por qué somos tan infelices? Libros de autoayuda, ansiolíticos, psicológos, individualismo (soledad), anonimato, mundo fragmentado, falta de imaginación, tele, explotación de animales, de personas, competitividad, hipotecas, incomunicación...
Y quien no se ve afectado por estos males y además no ha sabido pasar del yo al nosotros, no sufre pero tampoco vive. De la dignidad emerge un mundo común, para el que por desgracia no estamos preparados, hemos nacido en un mundo con sus leyes anuladoras, que no hemos escogido, lo hemos heredado ¿libertad?
John Zerzan ha empezado su charla en el cccb diciendo que la gente cada vez tiene menos amigos, y no se refería a los amigos del facebook. Es (ahí va la etiqueta) un anarquista verde primitivista, parte del anarquismo, porque busca la destrucción del Estado y la abolición del Capitalismo. Va más allá: en las sociedades complejas es necesaria la regulación y la coordinación que llevan a cabo los Estados. La idea es que si se mantiene la sociedad compleja (=capitalismo) el anarquismo no funciona, lo que debe cambiar es el paradigma.
Zerzan: “la civilización es la tumba de las comunidades”, el poder y el control que ejercen unos humanos sobre otros, separar las personas en roles (sociedad de clases), división del trabajo y domesticación (extorsión) de la naturaleza... en fin, cómo funciona la civilización. Y cuánto más simbolismo, más complejidad, más tecnología hay en una sociedad, mayor es el trabajo (stress). Las sociedades primitivas prepatriarcales (tiempo circular) mantenían las mismas herramientas durante muchos años, se conformaban con lo que tenían (¡qué lejano queda esto!), no buscaban mejorar porque si las que tenían ya les eran útiles ¿para qué inventar otras? ¿comodidad? ¿sofá? Y vivían en cierto equilibrio, que actualmente se busca constantemente, pero nos damos de hostias contra la pared de la insatisfacción.
En el debate se ha dicho que al rechazar la tecnología también perderíamos los beneficios que aporta para la curación de enfermedades. A lo que Zerzan sorprendentemente, ha respondido que se puede imitar el hilo eléctrico con el mecanismo de una bicicleta, por ejemplo. Pero con ausencia de comunidad no nos cuidamos mutuamente, sin la ayuda y el apoyo de unos a otros solo nos quedan las máquinas, la supervivencia y no la vivencia.
Otra reflexión de Zerzan que tengo que compartir, es que la circulación vertiginosa de bites de información quema los cerebros, pero se ha comprobado que nos mantenemos alerta en “los bosques perdidos del mundo virtual”, el cerebro no ha perdido sus capacidades originarias. Aun así, ha dicho que esto no nos basta, porque también algunos animales cuando son llevados a los mataderos huelen la sangre y saben que los van a matar, y eso no les basta.
Los anarkistas le han lanzado la pregunta, esperada por otra parte, de si puede tener credibilidad este discurso en un entorno como es el hall del cccb y con la tecnología evidente. Y el Zerzan ha venido a decir que los fines le parecen lo suficientemente nobles como para usar los medios útiles para su difusión. Y mientras decía esto me he fijado de que iba descalzo.
Foucault decía "cuando se ve una cosa bella, se quiere poseerla. Es una inclinación natural que las leyes han previsto". Si así es, ¿por qué vemos más belleza en un bien de consumo, que en la naturaleza? No sé, pero este señor, el Zerzan, merece todo mi respeto por ser un soñador que comparte su sueño con la esperanza de cumplirlo. Porque, citando de nuevo a Foucault: “Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas”